¿Cómo afectan los colores a nuestro sueño?

¿El sueño a menudo te alude por la noche? ¿A menudo te despiertas sin sentirte fresco por la mañana? Un posible culpable podría ser el color de tu habitación.

Aunque para algunos puede parecer un poco extraño, la conexión entre la elección del color y la calidad del sueño se ha demostrado científicamente. En este post, nos gustaría familiarizarte con este tema.

 

Los colores influyen en nuestro estado de ánimo en general

Casi nadie discute que los colores y la luz tienen un efecto directo en nuestro cuerpo y mente, y por lo tanto en nuestro bienestar en general. Los colores pueden provocar cambios de humor e influir en la atmósfera de una habitación.

Hay colores y sombras estimulantes que tienen un efecto más pacificador. Muchos colores nos activan y nos hacen más productivos, mientras que otros inspiran creatividad o nos tranquilizan.

 

La elección del color de nuestra habitación, ¡más importante de lo que crees!

Por supuesto, todo esto se aplica a nuestras habitaciones. Pero, ¿por qué es tan importante el color de nuestra habitación? Muchas personas tienen dificultades para dormirse a plena luz. La luz brillante es inquietante y parece antinatural. Lo mismo es el caso con los colores de nuestra habitación.

Los colores fuertes y deslumbrantes pueden hacer que sea más difícil para nosotros relajarnos. Esto también se aplica para la sobrecarga de color, es decir, cuando hay demasiados colores y estimulaciones visuales en un ambiente determinado. Una mezcla de colores popurrí y un gran número de estimulaciones visuales nos excitan, en lugar de ponernos en el estado de ánimo adecuado para dormir. Naturalmente, surge la pregunta de qué colores son los más adecuados para nuestra habitación.

 

Los principios de la teoría del color

Para responder a esta pregunta, debemos echar un vistazo rápido a lo que se conoce como teoría del color. Como regla general, los colores claros hacen que un espacio parezca más grande. Emiten una sensación de invitación y son más adecuados para habitaciones pequeñas, con el fin de hacer que parezcan más grandes de lo que realmente son.

En contraste, los colores más oscuros dan una impresión más sombría y limítrofe, por medio de la cual hacen que una habitación parezca más pequeña. Por otro lado, es exactamente esta impresión la que nos puede hacer sentir seguros y protegidos. Dicho esto, estos tipos de colores son una mejor opción para habitaciones más grandes y más claras especialmente.

Los colores cálidos se asocian tradicionalmente con la luz del día o la puesta del sol y crean un ambiente cómodo y cálido. Al mismo tiempo, también pueden tener un efecto estimulante y energizante. Las habitaciones con colores cálidos parecen más cálidas de lo que realmente son. Esto puede ser contraproducente si estás tratando de dormir. Los colores cálidos se consideran de cualquier del rojo al amarillo; generalmente se incluyen también el marrón y el bronceado.

Los colores fríos son aquellos asociados con un día nublado. Evocan sentimientos de distancia, objetividad y un toque de formalidad. También tienen un efecto calmante y relajante. A diferencia de los colores cálidos, hacen que una habitación parezca más fresca de lo que realmente es. Las tonalidades de verde azulado a azul violeta se clasifican como colores más fríos.

 

Los colores fríos son especialmente adecuados para dormitorios

Una breve reseña de la teoría antes mencionada puede llevarnos a la conclusión de que los colores fríos son la mejor opción para un dormitorio, ya que nos ponen de humor para relajarnos en lugar de ponernos nerviosos. Estos colores no sobrecargan los sentidos.

Por lo tanto, si tienes en mente un naranja mediterráneo, un rosa neón o un amarillo alegre en tu dormitorio, es posible que desees reconsiderarlo. Estos colores son excelentes para otras partes de tu hogar, pero son demasiado vivos y energizantes para un dormitorio.

 

Formas de introducir el color correcto en tu dormitorio

Si has encontrado un color más frío que coincida contigo, como un tono azul o púrpura, surge la pregunta de cómo llevar este color a tu habitación. Un cambio drástico en el dormitorio no es para todos; para muchas personas ni siquiera es necesario.

Nuestro consejo en este tipo de casos es agregar elementos decorativos del mismo color que te gustaría pintar tu habitación. Por ejemplo: fundas, colchas, almohadas o cojines, cuadros y marcos, alfombras, jarrones y otros elementos decorativos.

En resumen, cada color tiene un efecto en nuestra psicología y nuestro cuerpo. Las energías del espectro de color tocan nuestros cuerpos y estimulan nuestras mentes. Por lo tanto, es aconsejable elegir el color adecuado para tu dormitorio, que aporte armonía a tu mente y cuerpo y contribuya a un sueño reparador.