Hoy en día la siesta es percibida como un signo de debilidad, o lo que es peor, de pereza, o como algo para niños, ancianos o enfermos. Contrariamente a esta creencia popular la siesta es un signo de sabiduría como así demuestran numerosos estudios que han probado que 20 minutos de descanso tienen como consecuencia un aumento de un 20% en el desarrollo de tareas intelectuales. De ahí que muchos de sus adeptos digan que la siesta libera la creatividad. No hay más que echar un vistazo a la lista de genios que eran aficionados a la siesta : Isaac Newton, Arquímedes, Victor Hugo, André Gide, etc.
La siesta, del latín «Sexta» significaba la sexta hora y hacía referencia al periodo justo a continuación del almuerzo.
A menudo, sentimos una sensación de somnolencia después de comer, esta se ha asociado tradicionalmente con la digestión, pero es falso según la opinión de Michel Tiberge, neurólogo en el Centro del sueño de Toulouse, según él « el ser humano está genéticamente programado para dormir cada 14 o 15 horas ». Es por ello, que a esa hora nos sentimos fatigados, nuestros parpados pesan y tenemos que luchar contra la somnolencia, que no es sino una necesidad vital de nuestro cuerpo.
La siesta es beneficiosa por muchas razones :
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Aumenta considerablemente la atención
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Incrementa la productividad
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Mejora nuestro estado de ánimo
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Favorece la capacidad para realizar tareas motoras
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Fomenta la creatividad
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Reduce el stress
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Elimina la necesidad de recurrir a las drogas
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Alivia las migrañas
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Proporciona una sensación de bienestar general
Además, aquellas personas que están muy ocupadas, utilizan la siesta para dormir menos por la noche. Practicada regularmente puede ahorrarnos una o dos horas de sueño por día.
Después de lo señalado esperamos que haya más gente a favor de la siesta y sus beneficios. En cuanto a su duración, no hay un tiempo total ideal para la siesta, la mejor es la que le permita recuperarse. Aquí una clasificación de los distintos tipos de siesta que existen:
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La micro-siesta, esa que puede echarse discretamente detrás de la pantalla de su ordenador simplemente cerrando sus ojos unos segundos. Aporta un pequeño impulso de energía y se puede repetir varias veces durante la jornada.
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La « power nap », que es la comúnmente conocida como « la ideal », dura entre 15 y 20 minutos y la mejor hora para realizarla es de 13 a 15h, justo cuando nos entra la somnolencia de después del almuerzo.
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La siesta real, dura un ciclo completo de sueño (90 mins). Es la siesta del domingo después de la comida para gente muy cansada. Puede ser síntoma de sueño acumulado durante la semana.
Las condiciones ideales para echarse la siesta son:
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Silencio. La siesta es un momento provilegiado para centrarse en uno mismo así que no hay que dejarse molestar.
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Con los ojos tapados, ya que nos quedamos más rápidamente dormidos en la oscuridad.
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En un ambiente ideal, como por ejemplo cubiertos con una de nuestras mantas Zizzz especialmente diseñadas para el marmoteo dominical, conservan la temperatura de tu cuerpo para lograr un ambiente de sueño óptimo para echar la siesta.
Un pequeño truco para despertar con más energía:
Al contrarrio de la creencia popular, el consumo de café antes de la siesta es beneficioso, porque la cafeína tarda 45 minutos en hacer efecto, tiempo suficiente para echarse una buena siesta.
Entonces… ¿le apetece una siesta ? Disfrute