Hoy en día la siesta es percibida como un signo de debilidad, o lo que es peor, de pereza, o como algo para niños, ancianos o enfermos. Contrariamente a esta creencia popular la siesta es un signo de sabiduría como así demuestran numerosos estudios que han probado que 20 minutos de descanso tienen como consecuencia un aumento de un 20% en el desarrollo de tareas intelectuales. De ahí que muchos de sus adeptos digan que la siesta libera la creatividad. No hay más que echar un vistazo a la lista de genios que eran aficionados a la siesta : Isaac Newton, Arquímedes, Victor Hugo, André Gide, etc.