Autoayuda para bebés: La mantita


Los padres sabemos que los niños pequeños no son capaces de controlar bien sus emociones y en muchas ocasiones tenemos que intervenir para calmarles o ayudarles a encontrar su comodidad. Poco a poco, el niño aprende a controlar sus sentimientos y la mantita ejerce un papel fundamental en este crecimiento.

En especial, el objeto transicional, también llamado objeto de consuelo o apego ayuda al pequeño a conciliar el sueño. La mantita suple ciertas funciones de la madre cuando esta no se encuentra con el bebé, constituyendo una fuente de placer y de seguridad para el niño. En la Suiza francófona se conoce con el nombre de "Doudou", pero muchos niños dan a su amado objeto un nombre especial.

 

El "doudou" de Zizzz un objeto suave al tacto

El objeto transicional puede tener distintas formas, un peluche, una prenda de vestir de la madre, una mantita, un muñeco, un osito, una almohadita, una sábana, un cojín, o un chupete.

El “doudou” de Zizzz relleno de lana Swisswool y hecho con algodon biológico ayudan al bebé a jugar al mismo tiempo que se relaja y le ayuda a conciliar el sueño gracias a sus cuatro etiquetas distintas, de diferentes texturas, tamaños y colores.

Cuando llega la hora de dormir hay diferentes maneras de facilitarle el camino al bebé al mundo de los sueños. Los científicos difieren con varias teorías en cuanto a si el proceso del sueño ha de ser controlado por los padres o impulsado por el niño. Los padres pueden ayudar al niño a dormirse mediante el balanceo o acurrucandolo. La mantita de Zizzz puede jugar un papel fundamental para establecer una rutina del sueño y ayudar a que el niño se duerma solo. Un estudio reciente ha mostrado que los bebés que duermen mejor usan en un 53% el chupete, un 8% la mantita , un 6% el pulgar, un 26% un peluche, y un 5% lo hace sin ningún objeto.

 

Objeto de apego y seguridad ante la ausencia de los padres

La importancia del ”doudou” esta fundamentalmente ligada al uso que el bebé hace de él. El pediatra y psicoanalista inglés D.W Winnicott (1896-1971) le dota de un mayor análisis y estudio a este objeto que conocían todas las madres, pero que hasta los estudios que él realizó no se le había prestado una atención especial.

Este objeto lo comienzan a utilizar los bebés entre los 4 y 6 meses y puede persistir hasta los 8 o 12 meses, a veces toda la niñez, necesitándolo durante el momento de acostarse o en momentos de soledad.

La manta de seguridad ayuda a sustituir a los padres cuando el bebé no los tiene cerca, como es el caso de la guardería, casa de los abuelos o familiares o en ocasiones en el hospital. La ventaja fundamental de la mantita frente a otros objetos de apego es su fácil uso, ya que es ligero y portátil. En Zizzz recomendamos que los padres duerman con el doudou de su hijo para que adquiera su olor y así le recuerde de manera sensorial la presencia de los padres al usarlo.

 

La mantita se puede usar para jugar mientras se concilia el sueño

A la edad de dos años, los niños a menudo comienzan a hablar de sus sentimientos. En primer lugar describen sus reacciones a las emociones básicas - "Carmen está triste, Carmen está llorando" fueron algunas de las palabras de nuestra hija al nacer. Un niño de tres años de edad empieza a tener facilidad para describir ciertos sentimientos.

La capacidad de regular las emociones aumenta con el proceso cognitivo y las declaraciones verbales. El niño lo abandonará poco a poco a medida que comience a ser más independiente e inicie su vida social. En ocasiones volverá a usar su mantita de forma continuada o recurra al objeto de nuevo cuando atraviese por una etapa de ansiedad como el nacimiento de un hermano, una mudanza, o la separación de los padres.